¡Hola lectores! En esta entrada vamos a contestar una serie de preguntas propuestas por Jorge.
1. ¿Qué es educar?
Entiendo cómo educar a la acción que realiza una persona para que otra adquiera, desarrolle o amplié ciertos comportamientos, conocimientos, aptitudes, etc. Hay muchas formas diferentes de educar, dependiendo de cada uno lo hará de una forma u otra. Además, educar no tiene por qué ser siempre de forma directa, también se puede educar de forma indirecta.
Educar es el proceso que se lleva a cabo cuando una persona busca enseñar conocimientos, modales, inteligencia emocional, conductas positivas... a otro sujeto. Los ámbitos para educar más importantes son el colegio y la escuela.
Educar es conducir/instruir/dar a conocer una serie de conocimientos y valores considerados correctos y, por tanto, buenos para el que lo recibe.
Hay muchísimas formas de educar, ya que cada uno tiene su punto de vista sobre qué es o no bueno para aquel a quien va a educar.
Dos de las mayores fuentes de educación son la familia y la escuela.
2. ¿Qué es una persona educada desde la Educación Física?
Una persona educada desde la Educación Física es aquella que ha desarrollado ciertos hábitos, habilidades y contenidos relacionados con el mundo del deporte y de sí mismo.
Una persona educada desde la Educación Física es la que se ha visto enseñada con la disciplina de esta, por lo tanto esta persona tiene adquiridos unos conocimientos y hábitos de sí mismo, de su físico y su salud, que puede extrapolar a otros ámbitos de su vida.
Una persona educada desde la educación física es aquella que ha conocido y experimentado esta materia y tiene un amplio conocimiento sobre sus capacidades motrices, sobre sus límites físicos, y sobre valores como el respeto, la cooperación y el compañerismo.
3. ¿Qué recuerdos tienes de tus experiencias en Educación Física durante primaria, la ESO y las prácticas de la universidad?
Los primeros recuerdos que tengo de Educación Física son en E.I, me acuerdo de la sala y el material de psicomotricidad que teníamos, también me acuerdo de algunas actividades que hacíamos como circuitos con aros o ensayar los típicos bailes de fin de curso.
Por otra parte, en primaria me acuerdo de prácticamente todo: del gimnasio, del cuartito del material, del despacho de la maestra y de los vestuarios (que eran los baños del recreo, ya que estaban pegados al gimnasio). Recuerdo muchas de las actividades que hacíamos, usábamos diferentes zonas del colegio, es decir, a parte del gimnasio usábamos el porche, el patio, el campo de fútbol, etc. dependiendo del tipo de actividad que íbamos a realizar la maestra utilizaba un sitio u otro. Algunas de las actividades que recuerdo son circuitos, carreras de velocidad, el balontiro, sol y luna, la diana, las combas, el comecocos, etc. Prácticamente en todas ellas hacíamos uso del peto (que era personal) para formar los equipos, ya que era reversible por una parte amarillo y por la otra verde. Al igual que era obligatorio llevar todos los días el peto era obligatorio llevar la bolsita de aseo para asearnos al final de la sesión y si no la llevabas te ponían un negativo que era de lo peor que te podía pasar.
Algo que a día de hoy me llama la atención es que yo tenía la idea de que el gimnasio era súper grande, pero hace no mucho que fui y lo volví a ver y me pareció bastante pequeño en relación con lo que recordaba, imagino que eso se debe a que como yo era más pequeña me parecía más grande y ahora al revés.
En cuanto a la etapa de la ESO también lo recuerdo casi todo. El sitio físico, el material, profesorado, alumnado, etc. Si comparamos el gimnasio con el del colegio este era mucho mejor, tanto por el tamaño como por los vestuarios, puesto que eran mucho más grandes, con bancos, duchas…
De este período recuerdo muy bien los exámenes que nos hacían: el salto, el balón medicinal, el test de cooper, abdominales, velocidad y flexibilidad. Recuerdo que en el tablón del gimnasio había colgado un papel en el que ponía según “la prueba” la nota y el tiempo/número que necesitabas sacar para obtener cada nota. Por ejemplo: test de cooper: 5= 8 vueltas, 6= 9 vueltas, 7= 10 vueltas, 8= 11 vueltas, 9= 12 vueltas, 10= 13 vueltas. Yo creo que por una parte eso nos motivaba para intentar llegar al número que nos exigían para sacar una mejor nota, pero por otra parte creo que es una forma de presionar que no para todos es positivo, porque hay gente que por mucho que se esfuerce a lo mejor no llega al número necesario para obtener el 5 y era peor para ellos, además así todos estaban pendientes de cuanto conseguía cada uno. Otra cosa que recuerdo muy bien de estos exámenes es el de flexibilidad, nunca he llegado a entenderlo. Yo hacía gimnasia rítmica y era muy flexible, muchísimo, pero cuando llegaba a hacer ese examen lo pasaba fatal porque apenas llegaba al 5 y me daba mucha rabia porque todos sabían lo flexible que era y me observaban a ver como lo hacía. La prueba de flexibilidad consistía en ponerse de cuclillas y meter los dedos por dentro de las piernas y ver cuantos centímetros eras capaz de pasar, como he dicho se me daba fatal y luego llegaba un compañero con los brazos largos y sacaba súper buena nota cuando él no tenía prácticamente nada de flexibilidad. Hoy en día entiendo más o menos la relación de ese ejercicio con la flexibilidad, cosa que en su momento no veía, pero lo que me daba rabia es que solo se evaluara la flexibilidad de esa manera y no de muchas otras que podía haber.
Sin embargo, de lo poco que he podido ver en las prácticas de psicomotricidad me da la sensación de que a las profesoras no les gusta impartirla, normalmente se preparan la sesión en el momento, viendo cuales son los objetivos propuestos para el trimestre. Me llamo la atención el poco material que tienen para realizar la clase y que el alumnado no se comporta de la misma manera con la maestra de psicomotricidad que con la tutora, a la tutora le tienen un mayor respeto, por lo que complica aún más el hecho de realizar la sesión y que el alumnado atienda y realice la actividad planteada.
Por último, quería hacer referencia a las/os maestras/os que he tenido los recuerdo a todos y con mucho cariño. En infantil era mi tutora, Luisa, en Primaria Nieves una mujer muy seria pero muy buena si te portabas bien y en la ESO tuve a 3 maestros, el que más años me dio fue Emilio un maestro al que se le nota que le gusta su trabajo y que le importa su alumnado. Aún mantengo relación con Luisa y sobretodo con Emilio, es algo que me gustaría que me pasase a mí en un futuro como maestra, que mis alumnos me recuerden con cariño y se alegren al verme.
De mi experiencia en Educación infantil no me acuerdo de casi nada, solamente de ir al gimnasio y estar todos sentaditos con la espalda en el espejo y la profesora hablando. Pero no me acuerdo de qué hacíamos, ni materiales, ni si me gustaba o no.
Luego pasamos a Primaria, etapa en la que tengo muchísimos recuerdos, el gimnasio era con suelo de madera, que si te caías te quemabas la piel, espacio poco recomendable para niños. Y era pequeño. Por otra parte los espacios que teníamos exteriores eran muy grandes y muy chulos, teníamos 2 canchas de basket, una de futbol y mucho espacio para correr.
En primaria hacíamos muchísimos juegos, a parte de deportes, la profesora Marisa, nunca me olvidaré de como era, utilizaba creo el mismo tiempo de deportes federados, como de juegos para la psicomotricidad, la empatía, conocimiento personal etc. Todas sus clases comenzaban con nosotros poniéndonos una camiseta para hacer deporte, luego nos sentaba en los banquitos y nos daba una pequeña "charla" que a nosotros nos hacia gracia, pero creo que viéndolo ahora desde fuera no es muy educativo las cosas que nos decía como "cara-cartón" o bromas riéndose de nosotros. Luego acababa la clase y nos cambiábamos a la otra camiseta, nos aseábamos, manos, beber agua etc. Para acabar lo que menos me gustaba de Educación física es cuando nos obligaban a hacer parejas, porque siempre se quedaban solos los mismos, y daba pena. Y tampoco cuando dos eran capitanes y elegían por orden y siempre nos dejaban a las chicas las últimas.
En la ESO, estaba en otro centro ya que el otro era hasta Primaria, en el instituto que fui de 1º a 3º tengo pocos recuerdos, la verdad, si que teníamos vestuarios, pero los utilizábamos para escaquearnos y no correr, porque en todas las clases empezábamos corriendo y luego ya hacíamos algún deporte, y pocas veces hacíamos juegos. Aquí pasaba lo mismo que en Primaria respecto a lo de los equipos, y ahora desde fuera me doy cuenta que no nos fomentaban nada el sentido de "grupo". Las instalaciones estaban bien, pero habían pocos materiales.
De 4º a 2º de Bachiller iba a otro colegio,este de carácter religioso, si se nos insistía en el uso de los vestuarios y antes y después de la clase obligatoriamente había que cambiarse. En este centro todos los recuerdos que tengo son buenos, hacíamos muchos más juegos que deportes, aunque el profesor, Jesús era exigente en que lo hiciéramos bien, nos tenía muy motivados y cada clase la hacíamos diferente, con tipos de juegos motores, sensoriales, rítmicos etc. La sensación si que era de grupo y nos reíamos y disfrutábamos, no quería que se acabara la clase, cosa que en el otro instituto no pasaba. En este colegio había un gimnasio muy grande y bastantes materiales.
Respecto a las prácticas hacían psicomotricidad, en un aula multiusos, no tenían un gimnasio como tal, en este hacían reuniones, festivales etc, cuando había algún acto no podían hacer, y ningún día estando yo han utilizado el patio, donde no habían pistas de nada. Tampoco había una rutina de higiene. Por otro lado, habían algunos materiales aunque la chica que les daba psicomotricidad siempre utilizaba los mismos, para hacer un circuito. Las clases eran muy monótonas, primero decían normas de la clase, luego calentaban los músculos y decían cosas de porque es bueno el deporte, esto a mi me parecía súper bien, porque les educaban en el deporte y sus beneficios. Luego de esto jugaban a las estatuas bailando, pero les prohibían correr, cosa que nunca entendí, ya que era psicomotricidad. Después de las estatuas la maestra les hacía un circuito en el que solo usaba aros y una colchoneta, ejercicio que para un rato está bien, pero no para todas las semanas. Y por último hacían un juego donde por parejas y con una música de máquina de escribir, hacían como que la espalda del compañero era una máquina de escribir, y practicaban la psicomotricidad más fina. Este ejercicio estaba muy bien, escuchaban el ritmo de las teclas, lo imitaban y practicaban la atención.
De la etapa de Educación Infantil no tengo ningún recuerdo concreto, simplemente me acuerdo que hacíamos la hora de educación física en el patio del colegio y que la impartían las propias tutoras.
En primaria tuve tres profesores diferentes para esta asignatura, uno por ciclo.
Las dos primeras profesoras, que como mínimo tenían 55 años, eran también las entrenadoras del equipo de baloncesto del colegio y ambas tenían un notable favoritismo hacia los alumnos que jugaban a baloncesto y, en menor medida a los que jugaban a fútbol. El resto quedábamos en un segundo plano, recibiendo un trato bastante diferente (que muchas veces llegaba hasta al desprecio). Además, tenían una actitud muy autoritaria, lo que hizo que las clases fuesen en cierta medida desagradables y que el alumnado en general tuviese miedo (que no respeto) a tener algún tipo de “encontronazo” con ellas.
En el segundo ciclo (5º y 6º) el profesor que tuve era mucho más joven, no llegaba ni a los 35 años. Tenía una actitud bastante motivadora, integraba a todos los alumnos y se notaba que de verdad le gustaba dar clase.
Con respecto al contenido de la asignatura en primaria, hacíamos diferentes deportes: baloncesto, béisbol, bádminton, tenis… Realizábamos también pruebas de velocidad y resistencia, salto de comba, baile... A la hora de hacer algún juego o actividad, siempre se formaban los típicos grupitos súper desigualados, y muchas veces alguien se quedaba solo o sola porque nadie quería tenerlo en su grupo. Y lo mismo ocurría cuando había que hacer parejas. En secundaria era más o menos igual, pero al ser más “mayores” no era tan notorio.
En secundaria hacíamos gimnasia acrobática, baile, defensa personal, lanzamiento de peso con balón medicinal, salto de longitud, lanzamiento de jabalina, la course navette, salto de altura…
Usábamos tanto el patio del colegio como el gimnasio, que la verdad es que era bastante pequeño. Los vestuarios eran muy nuevos, los reformaron uno o dos años antes de que yo entrara en la ESO, y tanto el de chicas como el de chicos tenía aseos, lavabos y duchas.
El material del que disponía el colegio era muy abundante y variado, además de bastante bueno y nuevo.
En el colegio de prácticas en el que estuve, el alumnado hacía la hora de psicomotricidad en el gimnasio, que era el mismo para todo el colegio. Era un gimnasio muy grande, pero muy poco preparado para el tipo de actividades que hacían los de infantil. Era un espacio frío por lo que, si los niños y niñas tenían que hacer alguna actividad en el suelo, enseguida se quedaban fríos.
No me dio la sensación de que tuviesen mucho material, porque la profesora (que era la de apoyo de infantil) usaba prácticamente siempre el mismo material; las actividades eran más o menos variadas. Sí que es cierto que la profesora se preparaba las clases, porque cuando los niños llegaban ya estaba todo preparado.
Algo que sí que he notado a lo largo de mi vida como estudiante y ahora que me estoy preparando para un futuro como docente, es que no se le da mucha importancia a la asignatura de educación física, aunque es cierto que poco a poco se le va reconociendo la influencia positiva que tiene en el desarrollo tanto físico como cognitivo del alumnado.
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