¡Hola lectores y lectoras! En esta entrada voy a exponer dos primeras sesiones de Educación Física en un aula de Educación Infantil. Antes de comenzar el desarrollo de las sesiones me gustaría decir que en EI lo que se considera Educación Física se trabaja en las sesiones de psicomotricidad.
Bien, para llevar a cabo el desarrollo de estas dos sesiones, aparte de tener en cuenta las condiciones que nos ha dado Jorge, me pondré en la situación de ser una maestra que ha aprobado recientemente las oposiciones y que tiene la primera sesión con el alumnado de la clase de 5 años. Por tanto, ni los niños y niñas me conocen, ni yo a ellos y ellas. Sin embargo, la tutora ya ha hablado conmigo para contarme que una de las alumnas es muy tímida y tiene miedo al movimiento y, por tanto, debo tenerlo en cuenta a la hora de planificar las sesiones.
La perspectiva curricular con la que trabajaremos en las sesiones será la práctica, ya que veo imprescindible la participación del alumnado, que aprendan a raíz de algo que despierte su interés, que se valore el proceso – y más en asignaturas como esta -, y que sea un aprendizaje significativo.
Durante las dos sesiones trabajaremos los reflejos, el equilibrio, la agilidad y diferentes tipos de coordinación (lanzamiento, recepción, control...) Todo eso con el objetivo de llegar a ser unos magníficos piratas (esta será la temática de las dos sesiones).
PRIMERA SESIÓN
Veo muy importante antes de empezar la sesión como tal (aunque esto ya formaría parte de la misma sesión) conocer al alumnado, por lo menos sus nombres. Dado que las sesiones se van a llevar a cabo mediante juegos, los primeros serán a modo de presentación, todo y que entre ellos ya se conocen.
En la primera sesión, dentro de los juegos “de presentación”, haremos el juego del pistolero. Este consiste en que toda la clase se pone en círculo excepto una persona, que se pone en el centro. Esta dará vueltas sobre sí misma con el brazo extendido y, cuando lo decide, para y señala a aquel que apunta su brazo. La persona señalada ha de agacharse y los que están justo a su izquierda y derecha tienen que hacer un “duelo” entre ellos: ver quién es más rápido en decir el nombre del contrario. El que pierde, le cambia el sitio a la persona que está en el centro y el juego se repite. De esta forma, se trabajan los reflejos, se divierten, compiten sanamente y es una forma de aprenderse los nombres.
Tal vez al principio les cueste un poco coger el ritmo del juego, pero después de tres o cuatro rondas, el juego fluye.
Para el segundo y último juego “de presentación” mantendremos la posición en el círculo e introduciremos una pelota. El juego consiste en lo siguiente: un alumno o una alumna tendrá la pelota y deberá pasársela a un compañero/a a la vez que dice su nombre, y el compañero/a tendrá que dar una palmada justo antes de coger la pelota.
Con este juego ocurrirá lo mismo que con el anterior, les costará un poco cogerle el truco, pero luego es un juego que les encanta.
Para estas dos actividades, la maestra estará presente, es decir, participando en los juegos. Además, procuraremos tener cerca a la alumna tímida, para que esta se sienta apoyada y protegida y así también ir animándola a participar. Por ejemplo, en el primer juego como la persona que está en el centro no ha de moverse casi en comparación al resto, le propondremos a esta alumna a que sea ella quien, inicialmente, se ponga y así ir rompiendo poco a poco la barrera del miedo (siempre sin forzarla, si no quiere, se le respeta).
Una vez terminada esta parte de la sesión, entraremos en la segunda. Para ello empezaremos a hablar de los piratas y las habilidades que estos necesitan para ser los mejores, entre ellas la agilidad.
Después introduciremos la actividad en la que trabajarán la agilidad. Repartiremos a cada uno de los niños y las niñas un pañuelo que se engancharán en la parte del talón de la zapatilla. Se pondrá una de las canciones de la banda sonora de Piratas del Caribe y mientras esté sonando, jugarán al pilla-pilla, pero en vez de cogerse de la camiseta tendrán que coger el pañuelo pisando el mismo para desengancharlo de la zapatilla.
Para finalizar la parte práctica de la sesión, realizaremos un juego que probablemente os suene.
Dividiremos al alumnado en 2 grupos, uno será proa y otro popa. La maestra será el capitán del barco. Los equipos se pondrán en dos filas paralelas y los niños y niñas de cada equipo se sentarán en fila india con las piernas abiertas, y se encajarán, haciendo así que la separación sea menor. El capitán del barco irá dando órdenes y los equipos tendrán que actuar. Después de dar varias órdenes se verá qué equipo va más coordinado y el capitán dará la orden de que el primero del mejor equipo se vaya al final. El equipo que llegue más atrás después de unas cuantas rondas, gana. (El capitán puede hacer que una orden sea conjunta o sólo para un equipo)
Algunas de las posibles órdenes son: remar (mover los brazos hacia delante y hacia detrás como si estuvieran remando), viento de proa/popa (todos se inclinaron con los brazos estirados al lado contrario de dónde esté el equipo proa/popa), protección contra oleaje (abrazar al de delante), pánico (gritar muy fuerte un equipo concreto o los dos), ola por delante (inclinarse hacia detrás), ola detrás (inclinarse hacia delante).
Fin de la segunda parte, pasamos a la tercera. A esta parte de la sesión le dedicaremos como mínimo 10 minutos, y dejaremos total libertad para que el alumnado se exprese. Nos sentaremos en el suelo todos juntos y preguntaremos a los alumnos y alumnas qué les ha parecido la clase, si les ha gustado, si se han aburrido en alguna parte, si les ha parecido difícil algo… y así sacar una pequeña reflexión, algo que nos ayudará en su evaluación y en la nuestra (autoevaluación).
SEGUNDA SESIÓN
Antes de esta segunda sesión, prepararemos el espacio. Una mitad del gimnasio la utilizaremos para montar los circuitos y la otra la dejaremos libre.
Para empezar la sesión, y ya que la temática es la de los piratas, enseñaremos a los niños y niñas una danza que después se podrá usar para otras sesiones. Dado que la letra de la danza original no es demasiado educativa, la adaptaremos. Dice así: “la vida pirata es la vida mejor: ¡a navegar!, ¡en alta mar!, ¡qué bien me lo voy a pasar! Mirad esa isla que hay por allí, un tesoro tendrá, ¿quién la va a conquistar? ”. Y en cada parte harán un gesto o movimiento: gesto del anzuelo con la mano, nadar, saltar, dar una vuelta, mano en la frente como buscando algo, abrir los brazos en lo alto, gesto de preguntar con los brazos (en el mismo orden que la canción).
Y a raíz de esta danza introduciremos la actividad principal de la sesión. Cómo la canción termina con una pregunta, repetiremos esa misma pregunta para contesten. Y, seguidamente les diremos a nuestros alumnos y alumnas que para poder conquistar una isla hay que conseguir pasar una serie de pruebas. Pasamos, entonces, a la segunda parte de la sesión.
En ella dividiremos al alumnado en 4 grupos, y cada uno irá a uno de los circuitos previamente montados. Y conforme acaben, se irán rotando, para así pasar por todos los circuitos.
Los circuitos serán los siguientes:
CIRCUITO 1: pasar a gatas por encima de una banco, saltar dentro de los 3 aros (uno detrás de otro) uno detrás de otro y botar una pelota 5 veces.
CIRCUITO 2: pasar reptando por debajo de 4 picas puestas horizontalmente, hacer zig-zag entre 6 conos y lanzar una pelota para meterla en una cesta colocada tres pasos más alejada.
CIRCUITO 3: pasar por encima de los 6 ladrillos puestos todos pegados (a modo de puente), dar 3 vueltas a un cono y pasar por dentro del aro.
CIRCUITO 4: pasar por debajo del túnel hecho con material de psicomotricidad, saltar las 3 picas y golpear una pelota con la raqueta 3 veces (aunque no sean seguidas).
Una vez todos los grupos hayan hecho los 4 circuitos, concluiremos la sesión con los 10 minutos de reflexión, al igual que el día anterior.
Tal vez, llegado a este punto pienses “no ha mencionada a la alumna con hándicap más que una vez”. Bien, es cierto. Pero quería resumirlo todo en un solo párrafo. Basándome en mi propia experiencia, creo que incitando o presionando a una niña tímida o a un niño tímido a participar en la sesión es muy probable que consigamos un efecto rebote. En mi opinión, creo que debemos dejarle su espacio y, de vez en cuando, hacerle una invitación a participar o darle (si lo acepta) cierto protagonismo. Con esto, poco a poco irá introduciéndose en la clase y perdiendo ese miedo y esa vergüenza, aunque es difícil que esto ocurra durante las primeras sesiones porque el terreno es “desconocido”. Decir también que muchas veces ayuda el apoyo de los compañeros o que sean ellos mismos quienes hagan la invitación a la niña.
Y hasta aquí mi propuesta de las dos primeras sesiones de la asignatura en un aula de Educación Infantil.
¡Espero que os haya gustado!
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